Terapias y médicos que me han ayudado


En este post, voy a escribir sobre las terapias y los médicos que me han ayudado, con una breve explicación de cada experiencia. No encontré a los mejores especialistas hasta después de un año de probar varias terapias y buscar soluciones, pero sin éxito. Durante los últimos años he tenido varias conversaciones y aprendido mucho de gente que trata el TCE o que lo ha vivido. De ellos y de mi experiencia, he notado que en cada región (de un estado, país, del mundo), la constelación de médicos que se especializan en TCE es distinta. Una vez que encontramos una buena médico, a través de ella suele haber más. 

Están organizados mis guías y sanadores según mi percepción de cuánto me apoyaron en la recuperación:

1. Terapia EMDR (Eye Movement Desensitization and Reprocessing, en español, Desensibilización y Reprocesamiento por medio de Movimientos Oculares) con un psicólogo cuya especialidad es trabajar con personas con traumas cerebrales (infarto cerebral, TCE, etc.) – empecé con esta terapia más de un año después del accidente. A mí me afectó mucho el aspecto emocional, así que tener a alguien especializado que me pudiera guiar a entender y a procesar las emociones me fue crucial. Me ayuda a aceptar y vivir dentro de mi nueva realidad, apoya la curacion mental y emocional de ser y creer en mis capacidades para crecer y mejorar aún cuando yo no puedo. Mi marido diría que esta persona es la que más me ayuda.

2. Una naturópata que también se especializa en TCE – Esta médico me trata los síntomas directamente y también toma el papel de coordinadora de mi caso. La encontré hace un año y desde entonces me he podido relajar porque sé que hay una especialista que puede tomar las riendas de la coordinación de todos los médicos, medicamentos, suplementos, etc. Ella me dice qué tratamiento debe ser la prioridad en cada momento, según la capacidad vital de mis sistema nervioso y cerebro. 

3. Oftalmólogo especializada en TCE – Esta médica fue capaz de diagnosticar correctamente los problemas de la vista con los que estaba viviendo. También me recetó gafas que funcionan como gafas y que son útiles para relajarme. Después de ver 3 ópticas diferentes, y seguir sufriendo de mareos y sobre-estimulación visual, ella fue capaz de diagnosticar y marcar un camino de recuperación adecuada a mis realidades. 

4. Terapia de la vista – Mi terapeuta de la vista trabaja en la misma oficina que la oftalmólogo. Ella también sabe mucho del trauma craneoencefálico y ha ido dándome terapias tanto para el sistema nervioso visual (fototerapia sintónica) como para mejorar la coordinación de los músculos oculares. Voy cada dos semanas e iré por más de un año. Hago ejercicios en casa y poco a poco experimento mejorías. Antes me cansaba la vista simplemente hacer un sandwich. Ahora puedo pasar 30 minutos en la cocina o también conducir en la carretera!

5. Una educadora kinesióloga- No hay muchas como esta mujer. Ella tiene una práctica profesional muy única. Pero creo que sus métodos solapan bastante con la terapia ocupacional y otras terapias para gente con dislexia, TDAH, síndrome de down y más. Ella fue la primera persona a la que vi visiblemente afectada por mi situación. Ella misma había sufrido un TCE años antes del mío y claramente conocía la situación en la que me encontré. Nos enseñó a mi marido y a mí algunos ejercicios para calmar el sistema nervioso y también me recomendó SSP (Safe and Sound Protocol), lo que fue el primer paso en disminuir la hipersensibilidad auditiva que me prevenía de hacer actividades tan cotidianas como masticar comidas crujientes. Ella también me educó bastante sobre la situación en la que me encontraba.

6. Fisioterapia – Aunque se encuentra en el 6to lugar en esta lista, esta modalidad es fundamental. Otra vez, tiene que ser un fisio que sabe algo de TCE/lesión cerebral traumática. En mi caso, me ha ayudado con el equilibrio y estamos pasando mucho tiempo en fortalecer el cuello. No siempre se habla del latigazo como parte del TCE, pero las dos condiciones van de la mano muy a menudo. Para mí, eso ha significado que tengo que trabajar mucho en reconstruir los músculos interiores del cuello. El fisio me dijo que cuando camino me parezco a un juguete cabezón porque el cuello simplemente no tiene mucha fuerza. Lentamente voy mejorando.

7. Nucca – Esta es un tratamiento quiropráctico especializado en las vértebras C1 y C2. Resulta que, cuando me caí, se torcieron un poco ambas vértebras. Llevo 5 o 6 meses con este tratamiento y ha sido fundamental en mejorar la vista y la hipersensibilidad auditiva. También se han ido los dolores del cuello que me habían acompañado por más de dos años. 

8. Audiólogo – Por alguna razón, tratar la fonofobia es de los últimos síntomas que se tratan. Hace más de un año intenté lidiar con esto – fui a ver a un audiólogo y me dijeron que tenía la audición perfecta. Me hablaron de una especialista para el hiperacusis. La vi y me recetó audífonos especializados, pero tras malas comunicaciones con el seguro, lo dejamos sin terminar. Por fin, hace unos meses, otra médico me recomendó que viera una audióloga…otra vez especializada en TCE/TDAH/autismo/trastorno de integración sensorial. Ella es otra que comprende la situación y me está tratando poco a poco para que los sistemas neurológicos del cerebro/oído/ojos se integren otra vez. 

9. Neurología funcional – Fui a una clínica de neurología funcional antes de hacer los tratamientos recomendados arriba. Fui porque me admitieron sin demoras y estaba desesperada. Ya que es una especialidad poco conocida, no admiten seguros en EEUU – y en parte por eso pudieron verme rápido. Me ayudaron con el equilibrio y la vista, pero debería haber hecho otras terapias primero. En mi opinión, la neurología funcional debe ser algo que se hace después de intentar otras opciones. Algo muy bueno que ocurrió gracias a mi tiempo con ellos es que me recomendaron el psicólogo EMDR.

Otras modalidades que he probado:

1. Luz roja (photobiomodulation): Usé un «casco de la felicidad», como lo llamó el médico, por primera vez en la clínica de la neurología funcional. Durante la semana que pasé en su clínica, cuando me cerebro estaba extremadamente cansado, me dieron el casco Vielight o me tumbé en una cama de luces rojas. No entiendo muy bien cómo funciona, pero el hecho es que decidimos comprar uno para la recuperación cerebral en casa. La usaba 2/3 veces a la semana antes. Ahora quizás 1 o 2 veces al mes. Ya que el sitio web de Vielight dice que el casco sirve para aliviar al Alzheimers, TEPT, etc., me lo quedo ya de por vida. 

2. Terapia craniosacral – Vale la pena con alguien que también entiende de TCE. Si no, me pareció bastante inútil.

3. La cámara hiperbárica. Dicen que ayuda mucho con al absorción del oxígeno. Algunas veces salí sientiéndome mejor. Otras veces igual.

4. La acupuntura – no me gustan las agujas, pero entiendo que a veces ayuda a calmar el sistema nervioso. 

5. El masaje – vale la pena sentirse bien de vez en cuando.

6. La medicina tradicional china – me dio esperanzas y algo de energía, pero tiene que ser suplementario. 

7. Fonoaudiología – me dijo que no la necesitaba. No estoy de acuerdo. 

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