Los síntomas de un trauma craneoencefálico son muchos y todos los médicos dicen que cada trauma es único. Primero voy a hacer una lista de los síntomas que experimenté yo, después otra lista y luego cuento un poco la cronología.
Síntomas que experimenté:
- ansiedad
- agobio con cualquier dificultad, especialmente emocional
- dolores de cabeza / migrañas
- desorientación visual
- mareos leves
- desorientación auditiva
- hiperacusia
- sensibilidad a la luz
- dificultad con el equilibrio
- presión en los ojos
- incapacidad para usar pantallas
- incapacidad para conducir
- dificultad al enfocarme
- problemas de memoria
- palpitaciones, en particular con ejercicio o al despertarme por la mañana
- dificultad al procesar información – y especialmente información emocional
- urgencia orinando y defecando
- diarreas
- dificultad al estar en un coche (movimiento)
- dificultad para caminar (esto se mejoraba poco a poco durante dos meses)
- dificultad para despertarme – tardaba una hora más o menos en ir de dormida a semi-despierta y la fuerza de voluntad no ayudaba.
- hormigueo en los antebrazos
- fatiga
- pensamientos suicidas
Otros síntomas que experimentan otras personas con TCE:
- insomnia
- mareos
- tinnitus (pitidos en el oído)
- peores sensaciones gustativas o olfativas
- equilibrio mucho peor que el mío
- nauseas
En mi caso, algunos síntomas estuvieron mejores o peores en diferentes momentos, y según estímulos variados. Por ejemplo, al puro principio, no me di cuenta de los problemas de digestión ni tuve ideas peligrosas sobre mi existencia. Sí, pensé que me moría, pero no tenía impulsos para hacer algo.
También, cada día tenía altibajos de fatiga, mareos, palpitaciones y desorientación. En ciertas circunstancias me sentía o mejor o peor – algunos días con menos, otros días con más.
Los problemas emocionales se pusieron más agudos cuando intenté hacer más de lo que mi cerebro era capaz, y me empujé a no parar por días, semanas o más. De hecho, de algún modo gracias a ese tipo de problemas, ya por fin busqué la ayuda necesaria para realmente recuperarme.
Los síntomas se me han ido yendo muy poco a poco, según las terapias y ejercicios que hago. Aunque ya puedo conducir mucho más que antes, todavía mi límite son 30 minutos por trayecto, más o menos. (Estoy a 2,5 años desde el accidente.)
En otro post, compartiré los pasos de mi progreso.
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